Laurence Chunga Hidalgo
Abogado
Carlita, una niña que no había alcanzado siquiera la pubertad, -a quien preferimos cambiarle de nombre- había realizado sus horas de deporte correspondiente al curso de educación física. Su buen profesor le había pedido ayuda para guardar los implementos deportivos… eran como las 6.00 de la tarde de aquel día. Realizó con diligencia la tarea encomendada y quiso despedirse de su profesor con un beso en la mejilla. Éste apoyo sus manazas sobre los delicados hombros de la niña, le cogió la cara y le dio un muy forzado beso en la boca. Remató el asunto diciendo: “No se lo digas a nadie, te callas”. Ella salió corriendo asustada; habló con sus amiguitas –ninguna de ellas habían superado la decena de años- pero el sonido de la campana le anunciaba la salida… caminó por las terrosas calles de su barrio hasta llegar a un lugar seguro: su casa. Su madre le acarició el cabello y le ofreció que la justicia se encargaría de él.
El fulano aquel, luego de varías leguleyadas, logró que la autoridad administrativa de educación regional, mediante Resolución Directoral Regional 574-2005 le dijera que podía seguir ejerciendo como profesor en la indicada institución educativa, que ese “besito” no era suficiente para un proceso administrativo disciplinario, mientras el Gobierno Regional a través de la Resolución Gerencial Regional 053-2007, pretende sea reincorporado en su “plaza de origen”. De su lado, la institución educativa parroquial “Niño Jesús de Praga” de Castilla, ante el temor de la repetición de los hechos se niega a recibirlo; la niña y sus amiguitas siguen estudiando en el mismo colegio y desconoce que su agresor está tocando las puertas de su Alma Mater. Los padres padecen la incertidumbre de no saber si las autoridades educativas regionales están en aptitud de garantizar la indemnidad de las alumnas más pequeñas. El Tercer Juzgado Penal de Piura, desde el año pasado, tiene pendiente la lectura de sentencia, dado que el susodicho tiene la condición de reo ausente y está fugado de la justicia.
Sin embargo, se pasea por las oficinas administrativas regionales de educación y la Policía Nacional del Perú no puede capturarlo. El martes 22 de mayo pasado, hizo pública aparición cuando un diario regional, bajo el titulo “Pareja masacra a profesora” se anunciaba que el protagonista había golpeado a su esposa y que, gracias a la intervención de los vecinos, el diagnóstico se redujo a “herida contusa cortante en región frontal lado izquierdo”. La esposa tiene descanso médico y no asiste a su trabajo.
Nos preguntamos, ¿será posible que se realice la justicia que la madre le ofreció a su hija? o ¿es que la “Justicia” espera que la madre se la consiga por sí misma? Confiamos que el Gobierno Regional revise su propia resolución.
Abogado
Carlita, una niña que no había alcanzado siquiera la pubertad, -a quien preferimos cambiarle de nombre- había realizado sus horas de deporte correspondiente al curso de educación física. Su buen profesor le había pedido ayuda para guardar los implementos deportivos… eran como las 6.00 de la tarde de aquel día. Realizó con diligencia la tarea encomendada y quiso despedirse de su profesor con un beso en la mejilla. Éste apoyo sus manazas sobre los delicados hombros de la niña, le cogió la cara y le dio un muy forzado beso en la boca. Remató el asunto diciendo: “No se lo digas a nadie, te callas”. Ella salió corriendo asustada; habló con sus amiguitas –ninguna de ellas habían superado la decena de años- pero el sonido de la campana le anunciaba la salida… caminó por las terrosas calles de su barrio hasta llegar a un lugar seguro: su casa. Su madre le acarició el cabello y le ofreció que la justicia se encargaría de él.
El fulano aquel, luego de varías leguleyadas, logró que la autoridad administrativa de educación regional, mediante Resolución Directoral Regional 574-2005 le dijera que podía seguir ejerciendo como profesor en la indicada institución educativa, que ese “besito” no era suficiente para un proceso administrativo disciplinario, mientras el Gobierno Regional a través de la Resolución Gerencial Regional 053-2007, pretende sea reincorporado en su “plaza de origen”. De su lado, la institución educativa parroquial “Niño Jesús de Praga” de Castilla, ante el temor de la repetición de los hechos se niega a recibirlo; la niña y sus amiguitas siguen estudiando en el mismo colegio y desconoce que su agresor está tocando las puertas de su Alma Mater. Los padres padecen la incertidumbre de no saber si las autoridades educativas regionales están en aptitud de garantizar la indemnidad de las alumnas más pequeñas. El Tercer Juzgado Penal de Piura, desde el año pasado, tiene pendiente la lectura de sentencia, dado que el susodicho tiene la condición de reo ausente y está fugado de la justicia.
Sin embargo, se pasea por las oficinas administrativas regionales de educación y la Policía Nacional del Perú no puede capturarlo. El martes 22 de mayo pasado, hizo pública aparición cuando un diario regional, bajo el titulo “Pareja masacra a profesora” se anunciaba que el protagonista había golpeado a su esposa y que, gracias a la intervención de los vecinos, el diagnóstico se redujo a “herida contusa cortante en región frontal lado izquierdo”. La esposa tiene descanso médico y no asiste a su trabajo.
Nos preguntamos, ¿será posible que se realice la justicia que la madre le ofreció a su hija? o ¿es que la “Justicia” espera que la madre se la consiga por sí misma? Confiamos que el Gobierno Regional revise su propia resolución.
1 comentario:
hola Laurence... sumamente interesantes tus variados artículos, me llamò la atención especialemente el que hece referencia a la autonomía de las Comunidaeds Campesinas...escribiste algo relacionado a la ley 24657??? crees que es vital en el desarrolo comunal?? mi nombre waldyr estudiante de post grado en la UNA aguardo tu comunicació wwaldyr@hotmail.com ó wwaldyr@gmail.com muy agradecido!!
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