martes, 29 de julio de 2008

La Historia de Piura

Laurence Chunga Hidalgo
Aprendiz de historiador
En el año 1995, la Facultad de Ciencias y Humanidades de la Universidad de Piura, a través del Programa Académico de Artes Liberales, ofreció a los alumnos universitarios la posibilidad de realizar una segunda especialidad, sea en filosofía o en historia. En aquellos días la empresa se inició con pocas gentes, sobresaliendo las figuras de sus impulsores: Luis Eguiguren Callirgos y Jorge Humberto Rosales Aguirre, respectivamente. Particularmente, para el caso de la especialidad de historia, el pequeño grupo de aprendices de historiador se fue consolidando en medio de las clases de fin de semana en las que se conjugaba el cansancio de una larga semana de estudios con el interés personal por la historia, aderezado por la experiencia de los profesores Pedro Rodríguez Crespo, Juan Carlos Crespo López de Castilla, José Antonio del Busto, Jorge Rosales Aguirre, entre otros.
Habíamos quienes nos escapábamos, pero era imposible perderse una clase de paleografía, curso que tiene por objeto dotarnos de cierta destreza para la lectura de las escrituras antiguas. Allí el Dr. Crespo no sólo nos proporcionaba los textos de data virreinal sino que nos ofrecía “trucos” que nos permitieran “descifrar” los códigos y abreviaturas utilizados por los amanuenses y escribanos; las clases del Dr. Del Busto que con su parsimoniosa voz hacía ágil y entretenida la historia del Perú Incaico, mientras que el curso de Fuentes Históricas era de responsabilidad del Dr. Pedro Rodríguez. El Dr. Hildegardo Córdova en sus clases de “Geografía Peruana” nos hizo entender que no podíamos ser historiadores si antes no conocíamos el espacio territorial en el hombre se desenvuelve.
Y es que la tarea de hacer dos carreras universitarias a la vez es una labor difícil: tan exigente la una como la otra y las dos eran muy preciadas para quienes decidimos ampliar nuestros conocimientos. En ese mundo, donde se podía conjugar las carreras de educación, administración de empresas, derecho, ingeniería, etc. con la historia, nos dimos cuenta que era posible hacer Historia desde nuestros pequeños espacios de tiempo y, para ello se inventó los “Coloquios de Estudiantes de Historia” que aparecieron en el año 1997 y fueron la tribuna para mostrar ante la comunidad universitaria nuestras primeras investigaciones. En todo este ajetreo, la figura del Dr. Jorge Rosales sobresalía por el “punche” y la pujanza demostrada: nunca dijo “no” ante el interés de un alumno para el tratamiento de un tema, se daba espacio en su oficina para escuchar inquietudes y posibles hipótesis de trabajo, siempre dispuesto a prestarnos libros de su biblioteca personal y contactarnos con otros historiadores para ampliar nuestras expectativas de labor historiadora. Inclusive, nos ofreció su casa para nuestras tertulias y conversaciones en las que expusimos nuestras investigaciones y dudas, y compartimos “hallazgos” que a otros podían interesar, además de nutrirmos con las experiencias personales narradas por nuestros profesores. Y creo que ese trabajo, siguió dando frutos.
En 1994, cuando el Dr. Del Busto presentaba en el auditorio del CUM de la Universidad su libro “Fundadores de Ciudades en el Perú. Siglo XVI”, propuso la tarea de hacer la historia de Piura por los piuranos, indicando que era una labor de gran envergadura y de dedicación casi exclusiva. En 1999 y con los primeros egresados de la especialidad de historia, se lanzó el reto a los alumnos y egresados de la misma: escribir una Historia de Piura, que abarque los hechos significativos desde los primeros momentos del hombre en estos predios hasta la crónica de nuestro tiempo.
En esa tarea nos embarcamos ocho alumnos de la especialidad: Yanina Correa Gutiérrez, Laurence Chunga Hidalgo, J. Pavel Elías Lequernaqué, Bertha J. Gutiérrez Rivas, Danitza J. Nuñez Peña, Rosa E. Peña Pozo, Ruth. M. Rosas Navarro y Gleydi E. Suyón Barreto y un profesor de historia del arte, Victor R. Velezmoro Montes, que dirigidos por los Drs. José Antonio Del Busto y Jorge Rosales, nos propusimos hacer la “Historia de Piura”. La investigación nos exigía no sólo conocer lo que otros profesionales había escrito sobre nuestra tierra, sino que era necesario ir a las fuentes mismas de la historia: la documentación de cronistas y las descripciones de viajeros, los expedientes judiciales y los testamentos virreinales, los testimonios de los mayores y los periódicos viejos, así como la legislación pasada y los informes oficiales de la administración pública fueron las fuentes mejor consultadas. Y eso no ha sido suficiente: lograda la información era necesario confrontarla para verificar el dato cierto y expresarlo como hecho histórico; sumado a ello, conversar con otros historiadores y personas de sapiencia histórica era una condición para adquirir firmeza en las deducciones científicas logradas. Finalmente, expresarlo en el papel exigía tanta disciplina como lo antes expresado. Nuestra cercanía a las fuentes y la pasión por el trabajo podía distorsionar la objetividad requerida; sin embargo el rigor del Dr. Rosales ponía en el tapete nuestras contradicciones, omisiones, descuidos y ligeras deducciones. La experiencia del Dr. Del Busto, nos indicaba que rumbo tomar cuando la flaqueza intentaba invadirnos. Los borradores fueron varios, pero finamente, el producto se ha mostrado.
El pasado 07 de octubre, en acto público, la Universidad de Piura y la Municipalidad Provincial de Piura, presentaron el libro “Historia de Piura”, que se pone a disposición de la colectividad para su lectura, pero también para sus comentarios y criticas; los que se hacen necesarios para su mejoramiento.Este libro, con sus defectos y virtudes, es evidentemente hijo de sus autores, pero también de la Especialidad de Historia de la Universidad de Piura, la que, desde el año 2003 ha cedido su lugar a la Facultad de Historia y Gestión Cultural, que esperamos continúe el trabajo empezado en la formación de historiadores.
(Este artículo apareció en octubre de 2004, en SEMANA, revista de diario El Tiempo).

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