martes, 11 de diciembre de 2007

Los Derechos Humanos en Tiempos de García

Laurence Chunga Hidalgo
Abogado
El 4 de diciembre de 1950, la Asamblea General de las Naciones Unidas en la 317ª Asamblea Plenaria invitó a todos los Estado del mundo a que adopten el 10 de diciembre como el Dia de los Derechos Humanos, en mérito a la fecha en que se proclamó la “Declaración Universal de los Derechos del Hombre”, realizada en la misma fecha del año 1948. Desde esos días, los Derechos Humanos, se “personifican” y celebran sus aniversarios y, al finalizar cada año se elogia el reconocimiento de los mismos y la buena voluntad de los Estados para respetar, promover, garantizar e implementarlos el contenido de cada derecho en sus respectivas jurisdicciones.
Nuestro país no está ajeno a las celebraciones. El Presidente García ha declarado en más de una oportunidad su compromiso con el ejercicio de los derechos humanos, sin embargo las políticas públicas para el respeto e implementación de los mismos desdice dicho compromiso. De hecho, el tema de los derechos humanos, es un punto pendiente en la agenda de este gobierno. Si no, recordemos algunas de los fallidos intentos por desconocerlos. Sus propuestas electorales y –luego presidenciales- anunciaban la instauración de la pena de muerte como solución al grave problema del aumento de violaciones sexuales en agravio de menores de edad, la vuelta al servicio militar obligatorio como probable salida al tema de la delincuencia juvenil, una pretendida desatención a las recomendaciones y mandatos provenientes del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, la pretensión de apartarnos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos denunciando el Pacto de San José de Costa Rica aduciendo que la indicada Corte no reflejaba el sentir de la población nacional, la desatención a la implementación del Plan Nacional de Derechos Humanos, la confusa forma de atender el tema de las reparaciones recomendadas por el Informe final de la Comisión de la Verdad y el desaire a las sentencias del Tribunal Constitucional en los temas referidos a la justicia militar, entre otros, son algunas formas de desatender a los derechos humanos.
En los últimos días, pretende desprestigiar los derechos al medioambiente sano y al desarrollo sostenible bajo la premisa de que, quienes se oponen a la loca carrera del progreso económico del país y van en la búsqueda de nuevos modelos de desarrollo no son más que resentidos sociales y ociosos que no saben producir a favor del país. Súmesele la celebérrima idea de publicar los 1800 nombres de personas que un día fueron albergados en alguna cárcel del país para purgar condena por el delito de terrorismo. Muchos de ellos, efectivamente culpable, buen número de ellos, inocentes. Sus últimas expresiones no son más que posiciones que ponen en riesgo la seguridad jurídica que supone la sentencia firme y consentida, sino que, además, pone en riego la seguridad de más de un individuo, a quien se le impuso una pena y la cumplió. Otro tema, es que si efectivamente, tal pena cumplió la finalidad para la que fue impuesta.
No obstante, la colección de desatinos anti-derechos humanos, creemos –hay que ser optimista y tener esperanza- que aún hay espacio para cumplir la palabra empeñada. Por lo pronto, no dejemos que este día, el Día de los Derechos Humanos, pase desapercibido. Es necesario educar a nuestra sociedad, para que efectivamente sea conciente de la posibilidad de ejercer y exigir sus propios derechos.
N.B.: Saludamos el reconocimiento y la entrega del Premio Nacional de Derechos Humanos que desde la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos se ofrece a Gisella Ortiz Perea, quien durante los últimos años ha luchado fehacientemente por llegar a la verdad respecto de los lamentables hechos ocurridos en el llamado “caso La Cantuta”.
Publicado en diario El Tiempo, 13 de diciembre de 2007.

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Miedo

Su agenda no tenía espacios... Cada año compraba en el pasaje de la calle Lima, -que está cerca a la sede de justicia- una agenda portafolio...