La palabra "apóstol" proviene del griego y se relaciona con el verbo enviar. Su significado por tanto es "enviado", "emisario", "mensajero". Es la traducción de la palabra hebrea "sheliaj", como parece haber usado en los días del Hijo de María.
El evangelio de Felipe, uno de esos que califican como "no canónicos" afirma que esta mujer era "compañera" de Jesús. Y el término da para varias hipótesis ¿Era su pareja? ¿Era una apóstola tan cercana como lo mismo se dice de Simón, el hijo de Jonás? Y en cualquiera de los casos ¿Porque esta información se ha ocultado tanto tiempo?
En el idioma español, "apóstol" es un sustantivo epiceno. Es decir que, se utiliza tal cual, cuanto para referirse a varones tanto para mujeres. Así, corresponde se le dé parecido tratamiento que a las palabras "víctima", "testigo" y "tiburón". Para el caso, el artículo "el" o "la" harían la diferencia.
Otro escrito apocrifo, el Segundo Apocalipsis de Santiago, hace referencia a que Jesús la besó. El texto no termina la idea porque, precisamente, lo que sigue ha desaparecido. Muchos infieren que el beso es "en la boca", desde el hecho de que el trocito de texto perdido es suficiente para que quepa esa palabra. Y pues ya... Los noveleros se permiten afirmar que tenía un lazo conyugal con el que le da el beso. Otros, deducen que ese texto es una forma metafórica de decir que Jesús le trasmitía conocimientos especiales.
Sin perjuicio de la epicenidad actual de la palabra "apóstol", su femenino "apóstola" está admitido como un arcaismo, aunque no por eso se tacha de incorrecto. Algún académico, versado en historia medieval, sostiene que en algún momento de la historia la palabra no terminaba en consonante sino que la versión era "apóstolo". Lo que justifica la existencia del femenino clásico de la terminación en "a".
Creo, respecto de modo como se relacionaba Jesús con María Magdalena, que no sabremos nunca la verdad. Lo que si sabemos es que en Francia es una santa de muy devota veneración, al punto que varios templos dicen guardar partes de su osario... Un pie, una mano... su cráneo. Sería interesante que esos huesitos se sometan a pruebas de ADN para verificar, al menos, si pertenecen a la misma persona.
Cuando decimos "apóstola", lo decimos bien y acentuamos la intención de resaltar la feminidad de algunos pasajes de la historia, o cuando menos, de un tema que se ha considerado tabú por muy buen tiempo.
Así las cosas, solo queda recordar que hoy 22 de julio es el día de su fiesta en el calendario de la Iglesia Romana.
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