domingo, 31 de diciembre de 2023

Bendiciones

¿De que color es el sexo de Dios? Era una clase teología dogmática y el profe se limitó a alzar los hombros para rematar con un chiste de género "¿Y que importa eso? En el orden del tiempo Adán fue primero que Eva", masculló. Nos reímos sin entender que la velada intención era hacer notar la posibilidad de que dios sea machito.

El profe de teología fundamental, a la misma pregunta, respondió diferente... En Mateo 22, dice Jesús: “En la resurrección, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido, sino que serán como ángeles en el cielo”, entonces habrá que concluir que los angeles no tienen sexo. En realidad, la simplicidad de los seres espirituales, obliga a inferir la ausencia de apetencias sexuales; luego hecemos bien cuando afirmamos que "Dios no tiene sexo". Y continuó diciendo que el sexo corresponde a seres creados imperfectos y que como tal, el solo hecho de la pregunta ya expone una afectación al ser y a la esencia de dios. Una forma de decir "no pregunten cojudeces".

Pero, "esa forma de decir" tampoco fue entendida... Si el sexo es una condición de los seres creados de naturaleza material ¿Da igual ser de uno u otro sexo o del tercer sexo o de no tener ninguno? El profe si entendió la pregunta y selló cualquier otra disquisición con un texto de paporreta: "sepan que una virgen concebirá a un hijo a quien le podrán por nombre Emanuel". Así que, burlonamente, remató "Cristo, sumo sacerdote, quiso heredar su sacerdocio a los que comparten con él su masculinidad... Si tienes dudas, será mejor que se lo cuentes a tu director espiritual..." Sonrió y la conversación terminó con las socarronerias de los demás.

Al finalizar el año, el muchacho se despidió de sus amigos y no se le volvió a ver. El sacerdocio no fue para él. Nunca le impusieron las manos. Hace un par de días, nos volvimos a ver. Se encontraba en la secretaría de la parroquia catedralicia, acompañado de otra persona, muy cercana de él. Alegre, me la presentó y luego me dijo que era su pareja. Nos saludamos. Unos minutos más y conversábamos de otras a las que no vemos hacer unos mil años, me hizo indicación de los avances de la Iglesia en los últimos años. Finalmente, anotó: "al fin me impondran las manos... Aunque sea para darnos la bendición. Bendito sea el papá Francisco".

Le di la mano, recordamos un par de anécdotas más y me fui. El camino me fue arrebatado por una sola idea ¿Cual es el sexo de Dios? ¿Será que el sexo de los humanos es una circunstancia de discriminación oficiosa?

No hay comentarios:

Miedo

Su agenda no tenía espacios... Cada año compraba en el pasaje de la calle Lima, -que está cerca a la sede de justicia- una agenda portafolio...