martes, 31 de mayo de 2022
Raziel
jueves, 26 de mayo de 2022
Leviatán
En el Libro de Enoc, se tiene una muy gráfica descripción de un suceso que aún no es: "Y en ese día se separarán dos monstruos, una hembra llamada Leviatán, que mora en el abismo sobre donde manan las aguas, y un macho llamado Behemot, y ocupa con sus pechos un desierto inmenso llamado Dandain". En esos espacios fueron desterrados desde los días primordiales.
No hay nada explícito en el Génesis, pero escudriñando otras historias hebreas se puede descubrir que aún antes que tierra alcanzará su forma actual, todo era abismo, agua, caos. Elohim se encargó de separar las aguas del cielo de las de la tierra; las aguas dulces fueron apartadas de las marinas y las superficiales se diferenciaron de las subterráneas. Las superficiales se arrinconaron hacia un lado para dar posibilidad a la tierra firme. El agua fue violentada por la mano de Elohim y el espíritu que la protegía fue refundido en las profundidades.
El Leviatán, forma terrorífica del espíritu del mar yace en el mismo; escondido, acongojado, subyugado por la mano de Elohim; sin embargo se reconoce su fiereza: "Con sus estornudos enciende lumbre, sus ojos son como los párpados del alba. De su boca salen hachones de fuego; centellas de fuego proceden. De sus narices sale humo, como de una olla o caldero que hierve. Su aliento enciende los carbones, y de su boca salen llamas".
Si tan fiero es ¿No será que la historia de Jonás es otra peleita más de Yaveh y las divinidades marinas? El primero se ufana de tenerlas como mascotas; más, reconoce -al menos de Levitan- que es cruel, levantisco, feroz. ¿Que hacía Yaveh en los dominios de Leviatán?
Jonas huía de las exigencia del dueño del mundo: se le había ordenado ir a Nínive pero aquel había preferido tomar el camino opuesto y eso encendió la alarmas del mandante, que al encontrarlo en un barco armó alboroto. ¿No será que la ballena es el gran Leviatán que libró al profeta de una muerte segura en medio de la tempestad mostrada por el dictador Yaveh?
En realidad, no tiene caso que la solución a la tempestad (que provoca tantos problemas a la embarcación) haya sido lanzar al desobediente al mar. ¿O cual sería el objeto de lanzarlo? De hecho de que es altamente probable que muriera ahogado en alta mar, asunto que fue evitado por el espíritu marino que prefirió guardárselo en su seno para luego dejarlo en una geografía segura. O quizá no fue una pelea, sino que efectivamente Leviatán es la mascota de Yavé y se vio forzado a cumplir sus órdenes.
Sea como fuere, Leviatán está allí, en las profundidades marinas, se anuncia como el juguete de Dios y que ya tiene escrito su destino: morirá a filo de espada en los tiempos del juicio final. Así queda escrito en el texto de Enoc y se repite en el libro de Job. Sin perjuicio, no podemos omitir que hay quienes lo han demonizado y lo ponen al mismo nivel de Belzebú o de Lucifer... Pero esa ya es otra historia.
Descansamos, por ahora de mitologias, pero me asalta una pregunta: ¿Será que nuestros oceanos esconden divinidades antiguas? Yo me quedo con Tiamat.
miércoles, 25 de mayo de 2022
Rahab
El mundo está lleno de divinidades. Los hebreos solo reconocen una… pareciera. La realidad es otra: hubo libros anteriores a la Tanaj, en los que no sólo se narran historias del diario vivir, sino también los cuentos, mitos y leyendas relativos a la formación del mundo y a la aparición del hombre… cosmogonías en general y, de las que aparece muy disimulados rezagos en el libro más vendido del mundo. La historia de Lilith, la primera esposa de Adán, por ejemplo, que –finalmente- se convirtió en maléfica representación de erotismo de las muchachas; el dios guerrero Yaveh, que dirige ejércitos y levanta su brazo fuerte protector tiene –en los mitos- unas formas femeninas, oficialmente no reconocidas: Yaveh tomó forma de yegua en celo para atraer a los nobles jumentos de los egipcios y dirigirlos hacía las profundidades del mar rojo; mientras que los siete brazos de la Menorá son clara referencia a los siete planetas que en la cultura babilónica se reconocían como divinidades.
En el Genesis, allí donde dice “caos”, “abismo”, “aguas” se esconde el reconocimiento de sus divinidades. El agua es… Tehom, Leviatán o Rahab. A ella hay que enfrentar, en primer lugar y, vencida: la guerra reemplaza a la fertilidad y con ella se desplaza al matriarcado de los primeros tiempos de nuestra historia. Rahab es el mar, el mar embravecido, soberbio, insolente. Afirmase que, en los días primordiales se enfrentó a Elohim y se mostró desobediente, al punto que encolerizado éste, lo mató a patadas… pero, el mar sigue allí, así que, algunos menos crédulos, reconocen la existencia actual de Rahab, exponiendo como parte de su historia la de su intervención en el conflicto entre Moises y los ejércitos egipcios. Los seguidores de Rahab ofrecieron colaboración a Tehom, cuando se encontraron las fuerzas de la naturaleza en las orillas del Mar rojo. Perdió la batalla, pero se llevó hacia las profundidades marinas el llamado Libro de Raziel, uno que se escribió en los tiempos de Adán y que contenía los secretos más oscuros de los días primeros.
Aún cuando Rahab tiene forma de serpiente acuática; la serpiente no siempre tuvo carga de malignidad. De hecho, las culturas primeras la tienen como representación del renacer espiritual. En la cultura hebrea misma, al tiempo que vagaban por el desierto, las serpientes era parte de su hábitat y, por temor, miedo o reverencia, la deificaron: “Esculpe una venenosa y elévala en un asta de bandera. Si cualquiera que sea mordido la mira, recobrará la salud”. Así empezó la adoración de la serpiente de cobre, y tenía por nombre Nehustán, cuyo patrocinio se efectuaba en el templo mismo de Jerusalén ¿O es que acaso esa serpiente era una cara –la cara de la salud o del bienestar corporal- del mismo Yavéh? Es también representación misma del dios único: La vara de Moisés ¿Por qué tendría que convertirse en serpiente ante los ojos de la corte enemiga si no es para exponer su poder? Es más, expone su capacidad de someter al otro haciéndolo igual a él mismo. Las varas de los sacerdotes egipcios, a pesar de ellos, también se hacer serpientes en representación de aquel, al que quieren negar.
Rajab es una serpiente marina, expone el caos primitivo figurado en la forma de mar tormentoso: una forma de dominarlo es obligándolo a dar espacio para que la tierra brote desde la separación de las aguas, pero también es símbolo de aquello que supone inundación. Egipto es poéticamente comparado con tal divinidad, solo como una forma de exponer o su arrogancia o anunciar las frecuencias en que es inundado por el Nilo… pero sea como fuera, Rahab es, fundamentalmente, el mar, ahora furioso, irascible, encabritado… En cualquiera de sus formas, habrá que verle el lado positivo. Por algún lugar leí una muy seria recomendación: “sea astutos como las serpientes y cándidos como las palomas”, que no es otras forma de decir: “mantengan los pies en la tierra, pero vuelen alto”… Rahab, el mar iracundo, por ahora descansa.
La tranquilidad del mar es un paisaje inmejorable.
lunes, 23 de mayo de 2022
Tehom
jueves, 19 de mayo de 2022
Tiamat
Miedo
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