martes, 31 de mayo de 2022

Raziel

Se sintió desnudo y se dio cuenta que el Edén era apenas un pequeño parque de diversiones, pero a pesar de, era también consciente de su ignorancia. En medio de su extravío, Raziel, el ofanim, se le acercó y muy silencioso al oído, le susurró: "Espera. Ten paciencia". Adán volvió el rostro y reconoció a quien le hablaba, temió por vida e intento correr, pero el viviente le guiño los ojos, y con una mano le hizo un gesto de tranquilidad.

No había vuelta atrás. Las puertas estaban cerradas y había varios seres con apariencia grotesca: patas de buey, cuerpo de león, alas de águila y cabeza de hombre, que se habían posado imperturbables en la entrada del camino hacia la terraza principal del jardín, junto a éste, una espada flamigera, semejante a la Mikael, el comandante de los ejércitos de Elohim... Le dio miedo, e intento alejarse, temeroso... Los querubines podían ser muy intimidades.

Sin embargo, aquel otro viviente lucía una forma humana aunque deforme: mostraba cuatro caras, que apuntaban a los puntos cardinales: humana, león, toro y aguila, sus pies eran pezuñas y presentaba extremidades superiores que correspondía a cada una de las caras, que a su vez tenía un ala por lado y que permitía cubrir sus extremidades y, aunque terrible en su forma, sus maneras fueron compasivas. La señal de espera era para esconderlos -a él y a su acompañante- de las deidades justicieras. Y mientras los agazapaba, le entregó un libro escondido entre hojas vegetales, a la vez que le recomendaba: "En tus días de obscuridad, deja que te ilumine". Era Raziel, el ophanim, un ángel de los que por su cercanía a Elohim, se les denomina "tronos".

Raziel conocía todos los secretos de Él. Lo había escuchado desde siempre y, sabía en consecuencia, lo concerniente a los arcanos y misterios de los días primordiales... La lucha de las divinidades por establecer sus propios órdenes, la forma como es que las vencidas fueron desterradas a los desiertos, encadenadas en las sendas de los ríos y abandonadas en las profundidades marinas. Sabía más: De que estaba hecho el mundo, las esferas que lo conforman y hasta el detalle de las escalas del cielo, cómo llegar a ellas y cómo superar los obstáculos en cada nivel. Dicen que, aprovechando el desorden del escape y huida, le dictó todos esos secretos; otros sostienen que el libro ya está escrito. Yo creo lo segundo.

Allí, en el libro de Raziel, por ejemplo se cuenta el detalle de cómo el golpeteo de las piedras de la Obscuridad y del Valle Tenebroso, dieron espacio a la luz, por eso es que quizá se haga referencia a la iluminación del libro. Noe tuvo el libro en sus manos y desde sus indicaciones fue capaz de construir el arca. En las noches lo ponía en medio de gran salón para que -una vez abierto- desplazará a la obscuridad nocturna. Fue una guía material para los hombres en un tiempo en el que todo, la naturaleza y sus divinidades, les eran indóciles. Era, en realidad, un guía de cognocencias y, Elohim permitió su entrega a su más preciada creación: la humanidad. A pesar de su desobediencia, su autor le tenía preferencia.

Deidades envidiosas robaron el libro y lo escondieron en las profundidades marinas, pero en aquella vez, en que Elohim luchó contra Rahab en el mar rojo, luego de vencerla le perdonó la vida a cambio de que devolviera el libro. El último humano en tenerlo, o cuando menos, del que se tiene noticia fue Salomón. ¿Acaso no has escuchado que éste fue una conjurador de demonios y que estos le obedecía cual perritos falderos? Pero... Esa es otra historia.

La última: algunos mal hablados dicen que el libro de Raziel se encuentra escondido en algún muy ignoto lugar de la sede petrina. Dicen.... No me consta. Soy consciente de mi propia ignorancia.

jueves, 26 de mayo de 2022

Leviatán

En el Libro de Enoc, se tiene una muy gráfica descripción de un suceso que aún no es: "Y en ese día se separarán dos monstruos, una hembra llamada Leviatán, que mora en el abismo sobre donde manan las aguas, y un macho llamado Behemot, y ocupa con sus pechos un desierto inmenso llamado Dandain". En esos espacios fueron desterrados desde los días primordiales.

No hay nada explícito en el Génesis, pero escudriñando otras historias hebreas se puede descubrir que aún antes que tierra alcanzará su forma actual, todo era abismo, agua, caos. Elohim se encargó de separar las aguas del cielo de las de la tierra; las aguas dulces fueron apartadas de las marinas y las superficiales se diferenciaron de las subterráneas. Las superficiales se arrinconaron hacia un lado para dar posibilidad a la tierra firme. El agua fue violentada por la mano de Elohim y el espíritu que la protegía fue refundido en las profundidades.

El Leviatán, forma terrorífica del espíritu del mar yace en el mismo; escondido, acongojado, subyugado por la mano de Elohim; sin embargo se reconoce su fiereza: "Con sus estornudos enciende lumbre, sus ojos son como los párpados del alba. De su boca salen hachones de fuego; centellas de fuego proceden. De sus narices sale humo, como de una olla o caldero que hierve. Su aliento enciende los carbones, y de su boca salen llamas".

Si tan fiero es ¿No será que la historia de Jonás es otra peleita más de Yaveh y las divinidades marinas? El primero se ufana de tenerlas como mascotas; más, reconoce -al menos de Levitan- que es cruel, levantisco, feroz. ¿Que hacía Yaveh en los dominios de Leviatán? 

Jonas huía de las exigencia del dueño del mundo: se le había ordenado ir a Nínive pero aquel había preferido tomar el camino opuesto y eso encendió la alarmas del mandante, que al encontrarlo en un barco armó alboroto. ¿No será que la ballena es el gran Leviatán que libró al profeta de una muerte segura en medio de la tempestad mostrada por el dictador Yaveh?

En realidad, no tiene caso que la solución a la tempestad (que provoca tantos problemas a la embarcación) haya sido lanzar al desobediente al mar. ¿O cual sería el objeto de lanzarlo? De hecho de que es altamente probable que muriera ahogado en alta mar, asunto que fue evitado por el espíritu marino que prefirió guardárselo en su seno para luego dejarlo en una geografía segura. O quizá no fue una pelea, sino que efectivamente Leviatán es la mascota de Yavé y se vio forzado a cumplir sus órdenes.

Sea como fuere, Leviatán está allí, en las profundidades marinas, se anuncia como el juguete de Dios y que ya tiene escrito su destino: morirá a filo de espada en los tiempos del juicio final. Así queda escrito en el texto de Enoc y se repite en el libro de Job. Sin perjuicio, no podemos omitir que hay quienes lo han demonizado y lo ponen al mismo nivel de Belzebú o de Lucifer... Pero esa ya es otra historia.

Descansamos, por ahora de mitologias, pero me asalta una pregunta: ¿Será que nuestros oceanos esconden divinidades antiguas? Yo me quedo con Tiamat

miércoles, 25 de mayo de 2022

Rahab

El mundo está lleno de divinidades. Los hebreos solo reconocen una… pareciera. La realidad es otra: hubo libros anteriores a la Tanaj, en los que no sólo se narran historias del diario vivir, sino también los cuentos, mitos y leyendas relativos a la formación del mundo y a la aparición del hombre… cosmogonías en general y, de las que aparece muy disimulados rezagos en el libro más vendido del mundo. La historia de Lilith, la primera esposa de Adán, por ejemplo, que –finalmente- se convirtió en maléfica representación de erotismo de las muchachas; el dios guerrero Yaveh, que dirige ejércitos y levanta su brazo fuerte protector tiene –en los mitos- unas formas femeninas, oficialmente no reconocidas: Yaveh tomó forma de yegua en celo para atraer a los nobles jumentos de los egipcios y dirigirlos hacía las profundidades del mar rojo; mientras que los siete brazos de la Menorá son clara referencia a los siete planetas que en la cultura babilónica se reconocían como divinidades.

En el Genesis, allí donde dice “caos”, “abismo”, “aguas” se esconde el reconocimiento de sus divinidades. El agua es… Tehom, Leviatán o Rahab. A ella hay que enfrentar, en primer lugar y, vencida: la guerra reemplaza a la fertilidad y con ella se desplaza al matriarcado de los primeros tiempos de nuestra historia. Rahab es el mar, el mar embravecido, soberbio, insolente. Afirmase que, en los días primordiales se enfrentó a Elohim y se mostró desobediente, al punto que encolerizado éste, lo mató a patadas… pero, el mar sigue allí, así que, algunos menos crédulos, reconocen la existencia actual de Rahab, exponiendo como parte de su historia la de su intervención en el conflicto entre Moises y los ejércitos egipcios. Los seguidores de Rahab ofrecieron colaboración a Tehom, cuando se encontraron las fuerzas de la naturaleza en las orillas del Mar rojo. Perdió la batalla, pero se llevó hacia las profundidades marinas el llamado Libro de Raziel, uno que se escribió en los tiempos de Adán y que contenía los secretos más oscuros de los días primeros.

Aún cuando Rahab tiene forma de serpiente acuática; la serpiente no siempre tuvo carga de malignidad. De hecho, las culturas primeras la tienen como representación del renacer espiritual. En la cultura hebrea misma, al tiempo que vagaban por el desierto, las serpientes era parte de su hábitat y, por temor, miedo o reverencia, la deificaron: “Esculpe una venenosa y elévala en un asta de bandera. Si cualquiera que sea mordido la mira, recobrará la salud”. Así empezó la adoración de la serpiente de cobre, y tenía por nombre Nehustán, cuyo patrocinio se efectuaba en el templo mismo de Jerusalén ¿O es que acaso esa serpiente era una cara –la cara de la salud o del bienestar corporal-  del mismo Yavéh? Es también representación misma del dios único: La vara de Moisés ¿Por qué tendría que convertirse en serpiente ante los ojos de la corte enemiga si no es para exponer su poder? Es más, expone su capacidad de someter al otro haciéndolo igual a él mismo. Las varas de los sacerdotes egipcios, a pesar de ellos, también se hacer serpientes en representación de aquel, al que quieren negar.

Rajab es una serpiente marina, expone el caos primitivo figurado en la forma de mar tormentoso: una forma de dominarlo es obligándolo a dar espacio para que la tierra brote desde la separación de las aguas, pero también es símbolo de aquello que supone inundación. Egipto es poéticamente comparado con tal divinidad, solo como una forma de exponer o su arrogancia o anunciar las frecuencias en que es inundado por el Nilo… pero sea como fuera, Rahab es, fundamentalmente, el mar, ahora furioso, irascible, encabritado… En cualquiera de sus formas, habrá que verle el lado positivo. Por algún lugar leí una muy seria recomendación: “sea astutos como las serpientes y cándidos como las palomas”, que no es otras forma de decir: “mantengan los pies en la tierra, pero vuelen alto”… Rahab, el mar iracundo, por ahora descansa. 

La tranquilidad del mar es un paisaje inmejorable.

lunes, 23 de mayo de 2022

Tehom

¿Qué es el “caos”? En el libro Bereschit, aparece un relato de la creación en el que se reconoce que el abismo y las aguas primordiales fueron antes de que Dios pusiera orden en la vacuidad e insubtancialidad de lo existente. Y se precisa, como reconocimiento de relevancia que “el espíritu de Elohim estaba por encima de las aguas”. La divinidad acuosa, por tanto, estaba allí y luchó contra las intenciones de Eloim. ¿Su nombre? Tehom.

Tehom es el nombre hebreo de Tiamat, la diosa de las aguas saladas de los tiempos sumerios. La diosa le hizo la pelea a Elohim, al punto que tuvo la oportunidad de revertir sus derrotas cuando regeneró las aguas sobre la superficie de la tierra en los tiempos de Noe: “En el año seiscientos de la vida de Noé, en el segundo mes, a los diecisiete días del mes, en este día se rompieron todas las fuentes del abismo grande, y las ventanas de los cielos se abrieron”. No obstante, fue la luz la que se encargó de reducir a las aguas saladas hacia un extremo de la esfera terráquea para permitir que porciones de la tierra aseguren la vida futura de lo creado.

Y nuevamente, la divinidad – por ser distinta de Elohim- fue demonizada: se le dio forma de dragón. Tehom fue remitida al Mar Rojo: se le reconoció esa porción de la geografía y se le encargó el cuidado y patrocinio del territorio de los egipcios: la prodigalidad de las tierras de cultivo que se esparcen a lo largo del rio Nilo se explica en la fertilidad de la diosa primordial, la que –por la lluvia- aseguraba limos nutritivos.

La última disputa entre Elohim y Tehom se circunscribe a la huida de los dirigidos por Moises… las fuerzas telúricas se enfrentaron en representación de cada quien: el mar rojo en cuyo seno se escondía Tehom exponía su deferencia por dejar pasar a los hebreos a cuenta de que a los hijos del faraón les sean perdonadas sus vidas; mientras que del otro lado, una nube refulgente, desde la que brotaba haces de luz, que exponía en forma de rayos y relámpagos el poder del dios guerrero, el defensor del pueblo escogido.

Dicen los que vieron esa peleíta, la diosa Tehom no quiso perder sus formas primigenias y por a través de la extensión del mar rojo dejó reposar su majestuosidad a lo largo de sus profundidades… Si bien Elohim se llevó a los esclavos hebreos y le dio muerte a los egipcios; ella sabía que, y eso ya estaba escrito, desde las aguas saladas, desde las aguas subterraneas, desde el océano primordial que la representa, todo lo que fue creado vio la luz. Sólo desde la separación de las aguas universales –a las que se les puso por nombre, mar- la tierra firme pudo ser posible y, desde aquellas, todo lo restante -vegetales y animales- tiene sentido.

Si me preguntas ¿O si Tiamat o si Tehom? Con alguna reserva diré Tiamat, pero sin dudarlo, el mar, allí donde todo empezó… No importa la mitología que prefieras. 

 Ya les contaré la historia de Rahab, otra diosa de esos días.


jueves, 19 de mayo de 2022

Tiamat

Y aunque las historias fundantes de nuestra cultura, nos precisan que al principio no había nada y desde la nada se creó todo, los sumerios -que nos superan en edades- prefieren decir que, el principio del principio fue Apsu y Tiamat. El primero, masculino y representado por las aguas dulces, la segunda, divinidad femenina y tenía forma de agua salada. Desde la conjunción de ambos, fue posible la procreación de todos los dioses y todas las cosas. Solo por la acción paridora de Tiamat, el cielo y la tierra adquirieron nombre y, aparecieron en ésta, los carrizales y los juncos.

Ella es la ordenadora. Si los dioses menores son bullangueros, ella les pone el "estatequieto"; si Apsu se impacienta por la actitud de sus propios hijos, ella pone la calma... Pero no equivoques las cosas, que su pacifismo no sea confundido con conformismo. Tiene su carácter ¿Acaso no has visto el mar embravecido? Tiamat, es la serena calma del mar tranquilo, pero es también el crepitante movimiento de sus olas. Es actividad pura, ondeante movimiento, olas gigantes, serpenteante ajetreo... Es paz y agitación en un solo acto.

Los hebreos que oyeron esas historias y, que prefirieron a Yaveh como deidad unica, negaron a la diosa Tiamat y, la representaron en forma de dragón. La hundieron en las profundidades marinas y la desfiguraron: "Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve", es una elaborada forma de reconocer que el mar existe, pero ahora representa a la maldad, tanta, que el profeta le ofrece la muerte en el final de la historia. ¿No me creen? Allí les va: "En aquel día Yahvé castigará con su espada dura, grande y fuerte al Leviatán, la serpiente veloz, la serpiente enrrollada; y matará al dragón que está en el mar". No son vanas las más trágicas e intimidantes historias de los marineros ¿Cuantos se han encontrado con Tiamat enfuerecida? En cada puerto hay mil historias, en cada etapa de la historia de la humanidad, número semejante.

Tiamat fue pervertida. Murió en esta mitología que nosotros heredamos... Sin embargo, nada quita que hay otras formas de su existencia: Tiamat mantiene su fecundidad y gracia. Aún con conocimiento de las historias marineras de monstruos del mil cabezas y fauces de las que brotan fuego, el mar sigue pariendo peces y alimentando a los hombres que agradecidos le ofrecen flores.

Tiamat sigue siendo diosa ¿Quien no se ha hipnotizado frente a un atardecer cuando el sol se mete por entre las humedades marinas? En el horizonte solo se advierte la calma y la esperanzadora quietud de que la escena se repita en cada crepúsculo. Tiamat es aún la diosa ondeante que se mueve en las olas, en las que los hombres se bañan. ¿Acaso no hay quienes encuentran placer en caminar encaramados en una tabla de surfear sobre sus formas gráciles y ella se deja acariciar gozosamente?

Creo yo, con riesgo de estar dolosamente equivocado, que los sumerios conocían el contenido de una tonada de estos días: "En el mar la vida es más sabrosa; en el mar te quiero mucho más; con el sol, la luna y las estrellas: en el mar todo es felicidad". Bueno, si no la inventaron ellos, ya que más da... El asunto no le quita mérito a la verdad.

Cosas de la mitología.


Miedo

Su agenda no tenía espacios... Cada año compraba en el pasaje de la calle Lima, -que está cerca a la sede de justicia- una agenda portafolio...