miércoles, 20 de noviembre de 2024

Muñeca

Conversaba, hace un par de días con Dn. Fernando Panta, hombre viceño, hecho de arena y mar, con hartos atardeceres sobre sus escasos cabellos canos. Me daba noticia de sus días mozos, en los que retaceaba su tiempo de pescador y su afición por el futbol... De los días en que los viceños y unionenses se enfrentaban representados por once gentes dispuestas a todo por el gol.... jóvenes que eran naturales de sus respectivos distritos. El futbol era pura pasión por el terruño.


¿Y conoció a Dn. Pepe Seminario? Sus ojos orbitaron la sorpresa. replicó con otra interrogante seguida de una afirmación de complacencia. ¿Lo conoció? ¿El padrecito? Claro... Esa "a" se alargó para motivar convicción. "Después de la misa, directo a la cancha de futbol, se ponía sus zapatillas y a jugar... Carajo, jugaba..." Se rio con sus recuerdos. No hay juego donde no hayan las mieles y los ajos, refirió. "En las canchas siempre hay malcriaus, las lisuras se pasean en las línea blanca de la cancha..." Se volvió a reír. "Varias veces se acordaron de su madrecita... "Pepe, conchatumare... centra la pelota..." Cuenta, que por no responder con otra lisura, el padrecito solo respondía, en el fragor del juego: "Seguro que tu mamá es muñeca.. sonso". Y seguía corriendo detrás de la pelota.

Me hizo saber que en el cementerio del lugar hay una escultura de ese curita pueblerino, Dn. José Domingo Seminario Pingo, que expone el recuerdo de las gentes que convivieron con él en los días de su vida de servicio en estos polvorientos pueblos piuranos.

En su natal Negritos, me acabo de enterar, el cementerio lleva su nombre. Ese donde el prenombre rima con el patronímico.

Dias de Dios, Dn. Pepe.

N.B. Dn. Fernando: ya habrá ocasión para otras historias que no merecen morir.

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Miedo

Su agenda no tenía espacios... Cada año compraba en el pasaje de la calle Lima, -que está cerca a la sede de justicia- una agenda portafolio...